Miles de turistas acuden cada verano sobre esta particular costa salvaje, a causa de sus escarpadas orillas formadas por rocas de la antigua cordillera catalana.
Muy apreciada por sus aguas cristalinas y sus pintorescos puertos y pueblitos, la Costa Brava ha adquirido una reputación internacional y fue una de las primeras costas españolas abierta al público.
Comprende todo el litoral de Gerona, desde Blanes hasta Portbou, (frontera francesa).
Las ciudades del Sur: Tossa del Mar, Playa de Aro et Lloret del Mar son más animadas y turísticas que las del Norte que son más tranquilas, y presentan otras atracciones naturales.
Los amantes de pueblos
medievales pintorescos (y de la buena cocina regional) deben dirigirse al interior de las tierras.
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